¡Señor! Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe;
que lleve el nombre de maestra,
que Tú llevaste por la Tierra.
[…]
Dame el ser más madre que las madres,
para poder amar y defender como ellas
lo que no es carne de mis carnes.
Dame que alcance a hacer de una de mis niñas
mi verso perfecto
y a dejarte en ella clavada
mi más penetrante melodía,
para cuando mis labios no canten más.
[…]
Hazme fuerte, aun en mi desvalimiento de mujer,
y de mujer pobre.
Hazme despreciadora de todo poder que no sea puro,
de toda presión que no sea
la de tu voluntad ardiente sobre mi vida.
[…]
Aligérame la mano en el castigo
y suavízamela más en la caricia.
¡Reprenda con dolor,
para saber que he corregido amando!
Gabriela Mistral
[Disponibile su www.dirac.gob.cl/dirac/site/docs/20230413/20230413110137/desolacion.pdf, p.173]
Gabriela Mistral (1889-1957) foi uma poetisa chilena. Em 1945, tornou-se a primeira mulher latino-americana a ganhar o Prémio Nobel da Literatura.
Este ano comemora-se o 80.º aniversário do seu prémio.
Este fragmento do poema é um convite a considerar a vocação de ensinar (e qualquer outra vocação) como uma doação total de si mesmo, a ser vivida com humildade e tendo sempre Cristo Mestre como modelo.
P. Felipe António Pérez Mejías
Schöenstatt – Chile



